En promedio, pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Dormir es una función esencial para el funcionamiento adecuado y reparación de nuestro cuerpo, por lo que cualquier trastorno del sueño afectará nuestro organismo negativamente.
Según la Organización Mundial de la Salud, la falta de descanso puede producir problemas gástricos, aumento del estrés, aumento del apetito y desencadenar en problemas más severos como el insomnio.
El insomnio es un trastorno que consiste en la incapacidad para conciliar el sueño, debido a una serie de factores como pueden ser: estilo de vida, viajes (jet-lag), fármacos e incluso factores ambientales. Aunado a esto, estudios recientes realizados en una Universidad de China, determinaron que el insomnio aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardiaco.
El estudio se realizó en más de 160 mil pacientes de entre 3 y 29 años en un periodo de 10 años, y de los cuales aproximadamente 12 mil de ellos que sufrieron un ataque al corazón, padecía insomnio. Según estadísticas de la investigación, la dificultad para conciliar el sueño aumenta en un 27 % el riesgo de un ataque al corazón, problemas para mantener el sueño aumenta el riesgo en un 11% y horas de sueño poco reparador representa un aumento del 18% de sufrir un infarto.
“Los trastornos del sueño son frecuentes en la población general y la salud del sueño debería estar incluida en la evaluación del riesgo clínico. Se requiere una adecuada educación para incrementar la concientización sobre los síntomas del insomnio y sus riesgos potenciales. Es importante alentar a las personas que sufren este tipo de trastornos a buscar ayuda profesional para solucionarlos”, concluyeron los investigadores del estudio.
Sabemos que el estilo de vida actual demanda mucha atención, concentración, vigilancia y funciones cognitivas para tener un desempeño óptimo en nuestras actividades diarias. Sin embargo, todas estas funciones están relacionadas con un buen descanso, por lo que dormir lo suficiente no es un placer, sino una necesidad de primer orden. Las horas que debemos dormir según la OMS son 6 diarias en promedio.
No obstante, esto puede variar según tu edad, tu estilo de vida y las necesidades de tu organismo. Si sufres cualquier trastorno del sueño no dudes en consultar un especialista.
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