La comida manipulada genéticamente ha llegado a estar presente en nuestra dieta mucho más de lo que pensamos y queremos.
Para saber cómo puedes evitar consumir este tipo de productos cada vez que sales a comer, checa este artículo. Aprenderás a identificar cuáles son las opciones más convenientes y aquellas de las que debes alejarte. Además te recomendamos preguntar en tu restaurante favorito para buscar las opciones más naturales de la carta.
Consejos para saber que comer
- Fíjate con qué aceite han sido cocinados los alimentos: la margarina y los aceites de soya, semilla de algodón, canola o maíz suelen ser genéticamente modificados en su versión corriente, salvo que sean orgánicos. Así, te recomendamos elegir platos cocidos sin aceite o en todo caso con aceite de oliva extra virgen o de coco.
- Evita los productos procesados: la mayor parte de los alimentos industrializados incluyen ingredientes con ingeniería genética, como aceite de maíz y soya, harina, lecitina y proteína de soya, proteína vegetal texturizada, harina de maíz, jarabe de maíz de alta fructosa, dextrosa, maltodextrina, ácido cítrico, ácido láctico. Evita los productos preparados con estos aditivos, como así también los aderezos de ensalada, la mayonesa, la salsa empaquetada y el azúcar refinado.
- Ten cuidado con el desayuno: muchos lácteos vienen con restos de rbGH, una hormona que se les inyecta a las vacas para que produzcan mayor cantidad de leche. Trata de evitar lácteos genéticamente intervenidos y también los endulzantes de mesa artificiales. Algunas de las marcas más reconocidas suelen tener ingredientes manipulados. Por otra parte, el cuajo utilizado para producir quesos duros puede estar intervenido.
- Elige productos de granjas orgánicas: la carne, los huevos y los lácteos deberían provenir de animales alimentados naturalmente con pasturas y no con comida genéticamente modificada. Te recomendamos comprar productos de origen animal que sean orgánicos.
- Vigila estos alimentos: papayas de Hawai, zapallitos o calabacín, calabaza amarilla, aderezos de ensalada, fórmulas para bebés, pan, cereales, comida rápida, galletitas, chocolate, papas fritas, golosinas, hamburguesas vegetarianas, sustitutos de la carne, helado, yogur helado, tofu, salsa de soya, queso de soya, polvo proteico, polvo para cocinar, esencia de vainilla, azúcar impalpable, crema de maní, harinas y pastas enriquecidas, son alimentos que pueden estar genéticamente intervenidos.