El mercado del cuidado de la piel es una industria multi billonaria en EU. Constantemente salen comerciales con nuevos productos que te prometen una piel más joven y suave, pero de lo que muchos consumidores no se dan cuenta, es que los alimentos que comemos impactan mucho a nuestra piel, si no es que más incluso que los limpiadores y cremas que nos aplicamos tópicamente. Para una piel más joven y radiante, prueba con estos 8 alimentos en tu dieta:
- Salmón, sardinas y anchoas. Estos pescados contienen cantidades altas de dimetilaminoetanol, el cual, ayuda a la piel fortaleciendo las membranas celulares y protegiéndolas en contra del deterioro que causa el envejecimiento prematuro. También incrementa los niveles de acetilcolina, un neurotransmisor que hacen que tus músculos se contraigan y fortalezcan debajo de la piel, manteniendo tu piel tonificada y firme. De igual manera, el dimetilaminoetanol disminuye la producción del ácido araquidónico, que causa la formación de arrugas y flacidez en la piel.
- Brócoli, espinacas y coles de bruselas. Vegetales de hoja verde como estos, son ricos en ácido alfa lipoico, y debido a su alta concentración de antioxidantes que combaten los radicales libres que causan el envejecimiento, es uno de los más poderosos agentes anti edad disponible. También actúa como antiinflamatorio, disminuyendo las ojeras, la hinchazón, enrojecimiento y manchas, todo mientras se minimiza la aparición de arrugas.
- Uvas. La vitamina C, cuando se consume fresca, ayuda a revertir el daño en la piel causado por el sol y los contaminantes. Estimula la producción de colágeno, causando que crezca nueva piel, se reduzcan las arrugas y sobre todo, una textura muy suave. Ya que unas cuantas uvas rojas contienen más del 100% de la vitamina C recomendada diariamente, es la manera perfecta de arreglar tu piel.
- Arándanos. El arándano es la fruta que contiene mayor cantidad de antioxidantes. Los antioxidantes no solamente mantendrán tu piel con una apariencia saludable, joven y suave, también te protegerán de la pérdida de memoria, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Así que, mientras es un potente elixir antioxidante, ayudará al resto de tu cuerpo a mantenerse joven y saludable también.
- Ostras. ¿Nunca te imaginaste que tu afrodisiaco favorito podría ayudar a tu piel también? Las ostras contienen niveles altos de zinc, un mineral que tu cuerpo necesita para hacer que las proteínas reparen el daño de los tejidos y formen nuevos. Consumir suficiente zinc, beneficia no solamente a tu piel, también a tus uñas, cabello y ojos.
- Nueces: Estas deliciosas nueces están llenas de ácidos grasos omega 3, algo que tu cuerpo necesita desesperadamente pero que desafortunadamente, no puede producir por sí solo. Cuando se trata de tu piel, el omega 3 trabaja para proteger las membranas celulares. Cuando las membranas son fuertes, los agentes dañinos son expulsados, los nutrientes entran y los productos que no sirven son eliminados de las células. Además, las membranas celulares fuertes retienen más agua, consiguiendo así una piel más suave.
- Tomates. Una muy poderosa fuente del antioxidante licopeno, los tomates previenen el envejecimiento prematuro y ayudan a proteger la piel del daño de los efectos del sol. En un estudio publicado en el Journal of Nutrition, los participantes con una dieta rica en tomate, sufrieron un daño solar mínimo después de haber sido expuestos a rayos UV, comparados con aquellos que no incluyeron tomate en su dieta. El cuerpo puede procesar el licopeno mejor después de que los tomates son cocinados o procesados, así que concéntrate en la salsa de tomate y sopas en tu dieta.
- Huevo. Los huevos contienen 2 nutrientes clave que son vitales para una piel saludable: colina y luteína. La primera acumula las partes grasas de las membranas celulares que son responsables de una piel saludable. La colina, también regula los niveles de vitamina B en nuestro cuerpo, que son necesarios para producir las proteínas que mantienen una piel firme y suave, colágeno y elastina. La luteína, el segundo nutriente clave, es un antioxidante que protege la elasticidad de la piel y previene del daño.
