- La insulina es una hormona hecha por un órgano localizado detrás del estómago llamado el páncreas.
- El término insulina viene del latín insula que significa isla.
- La insulina es liberada a la sangre por células especializadas llamadas células beta encontradas en áreas del páncreas llamadas islotes de Langerhans.
- La insulina también puede ser utilizada como medicamento para pacientes con diabetes, porque no producen suficiente por ellos mismos. Usualmente es administrada en forma de inyección.
- La insulina controla la forma en que el cuerpo utiliza los carbohidratos y la grasa encontrada en los alimentos.
- También permite que las células en los músculos, hígado y tejido adiposo, tomen el azúcar (glucosa) que ha sido absorbido a la sangre desde los alimentos. Esto ofrece energía a las células.
- El azúcar también puede convertirse en grasa para ofrecer energía cuando los niveles de glucosa son muy bajos.
- La insulina también posee otros efectos metabólicos, como detener la descomposición de proteína y grasa.
- Adicionalmente, las hormonas liberadas en momentos de estrés agudo, como en el caso de la adrenalina, detienen la liberación de insulina lo que lleva a un aumento de la glucosa en la sangre.
- La liberación de insulina está regulada de forma estricta en las personas saludables para poder equilibrar el consumo de alimentos y las necesidades metabólicas del cuerpo.
- La insulina funciona en conjunto con el glucagón, otra hormona producida por el páncreas. Mientras que el rol de la insulina es disminuir los niveles de azúcar en sangre si es necesario, el rol del glucagón es elevar los niveles de azúcar en sangre si caen muy bajo.
- A los pacientes diabéticos se les ofrece un tratamiento que incluye a la insulina para disminuir sus niveles altos de glucosa. Sin embargo, si una persona se inyecta accidentalmente mucha insulina, las células tomarán demasiada glucosa de la sangre; esto provocará niveles de glucosa anormalmente bajos (hipoglucemia).
- A diferencia de otras células en el cuerpo, las células nerviosas dependen casi completamente de la glucosa como fuente de energía. Cuando el nivel de glucosa es muy bajo, la mayoría de los síntomas resultan del mal funcionamiento de estos nervios.
- El cerebro es particularmente afectado por los niveles bajos de glucosa. Los síntomas incluyen mareo, confusión e incluso coma, en casos severos.
- En algunas personas, el páncreas es incapaz de hacer suficiente insulina, por ejemplo en una condición llamada diabetes tipo 1. Esta condición es causada cuando las células betas que producen la insulina han sido destruidas. Con tan poca insulina, el cuerpo ya no puede mover la glucosa desde la sangre hacia las células, causando altos niveles de glucosa en sangre.
- En la diabetes tipo 1, si el nivel de glucosa es lo suficientemente alto, la glucosa en exceso se libera por la orina. Esto arrastra más agua hacia la orina lo que causa que vayas al baño y tengas sed con más frecuencia; lo que a su vez provoca deshidratación y puede causar confusión.
- Cuando se produce poca insulina, las células no pueden tomar la glucosa para convertirla en energía, y la toma de otras fuentes, como la grasa y el músculo, lo que provoca que el cuerpo se canse y pueda causar pérdida de peso. Si esto se prolonga, los pacientes se pueden enfermar bastante.