Mitos y verdades de la meditación + cómo meditar en solo 10 minutos

Beautiful woman stretching during meditation on the beach

Meditación: allá vamos. Todo mundo está meditando últimamente. Están surgiendo locales de meditación boutique por todas partes, para sacarte de tu estresante rutina.

Lynne Goldberg es una entrenadora certificada de meditación que se interesa en volver accesible la meditación, y el poderoso pero simple cambio que puede ocurrir cuando nos detenemos, nos sentamos y respiramos. Hemos estado buscando desde la eternidad una puerta de entrada a la meditación que tenga sentido, así que cuando descargamos la nueva aplicación de Lynne, nos damos cuenta de que realmente podemos meditar. Ansiosa por llevar el poder del zen a las masas, Lynne lo explica simple y claramente, utilizando términos accesibles que literalmente cualquier persona puede comprender. Le pedimos que nos diera una bajada de línea, contándonos en qué nos hemos equivocado, qué es lo que no sabemos y cómo la meditación puede cambiar nuestras vidas- además de una meditación en 8 pasos que clarifica la mente a toda prueba.

La vida está llena de conceptos equivocados- que el dinero equivale al éxito, que mientras más viejos nos volvemos menos podemos hacer, que la felicidad está ahí afuera antes que adentro. Se ha dicho mucho sobre la meditación y la plenitud de conciencia en los últimos años. Algunas de las cosas son ciertas, otras son solo juicios erróneos.

Vamos a derribar juntos algunos de estos malentendidos sobre la meditación, con un rápido juego de verdadero o falso. Podría cambiar tu vida mientras te trae éxito, juventud y felicidad, todo de un solo golpe.

Verdadero o falso: hay que sentarse en posición de indio para meditar.

Falso. No hay una manera adecuada o inadecuada de sentarse durante la meditación. Siempre que estés cómodo y alerta – en una silla, en el piso, sentado como indio, o con las piernas delante de ti- lo estás haciendo bien. Lo único que no se recomienda es acostarse (es muy fácil quedarse dormido de esta forma)

Verdadero o falso: si estoy pensando no estoy meditando.

Falso. Todos tenemos pensamientos. Según algunas estimaciones, tenemos entre 40 y 60 mil pensamientos por día. Esto significa pensar mucho y es duro de detener. La práctica de la meditación se trata de reconocer que estás teniendo esos pensamientos y luego volver al objeto de tu atención: tú misma, tu práctica, este momento. Cada vez que te sorprendes pensando y vuelves atrás, fortaleces tu músculo de la atención. Eso es meditar.

Verdadero o falso: la meditación es religiosa.

Falso. La meditación no tiene absolutamente nada que ver con la religión. Cualquiera que esté interesada en calmar su mente puede practicarla. No es un caballo de Troya para la retórica religiosa, no se viste con los ropajes de la espiritualidad. La meditación trata sobre el desarrollo y la conexión personal, y de cualquier manera que la definas más allá de eso, es para ti misma.

Verdadero o falso: la meditación no es para mí, soy demasiado hiperactiva.

Falso. Eres exactamente para quien es la meditación. Nuestros cuerpos y mentes están conectados- ¿nunca has estado nerviosa y notado que tu estómago estaba molesto? Cuando tu mente se relaja tu cuerpo se relaja, y eventualmente esa paz y tranquilidad que te ha estado eluyendo se vuelve accesible. Toma un poco de práctica permitirle a tu mente fijarse, pero una vez que tengas la técnica, nunca querrás parar.

Verdadero o falso: la meditación te hace auto-absorberte.

Falso. Todos necesitamos un poco de amor propio. Incluso podemos decir que necesitamos bastante más que solo un poco. Es como la máscara de oxígeno en el avión. Estoy segura de que tienes la rutina de la azafata tatuada en tu cerebro tal como nosotros, y es algo a lo que siempre volvemos al pensar en la meditación. Debemos poner la máscara de oxígeno en nosotros mismos antes de poder ponerla en otros. Debemos amarnos a nosotros mismos antes de poder amar a otros. No somos útiles a nadie cuando estamos estresados, frustrados y distraídos. Afortunadamente la meditación es el antídoto a todo eso. Te ayuda a volverte menos reaccionaria, lo que puede hacer maravillas por tus relaciones, incluso la que mantienes contigo misma.

¿Lista para probar la meditación? Tómate 10 minutos ahora con esta meditación guiada:

  • Comienza con una inspiración de aire realmente grande, lenta, profunda y purificadora.
  • Expande tu estómago y pecho plenamente en la inspiración, y exhala completamente, sintiendo que la tensión abandona tu cuerpo a medida que dejas que el aire salga de tu boca. Puedes suspirar audiblemente si lo deseas.
  • Regresa al ritmo natural de tu respiración, inspirando y exhalando por la nariz.
  • Ahora lleva la atención completamente a tu respiración, notando la temperatura del aire cuando toca las ventanas de tu nariz y siguiendo la respiración en tus vías aéreas, tus pulmones, tu estómago.
  • Ahora revierte ese patrón de la respiración al estómago y luego al pecho, prestando atención a la sensación del aire a medida que deja las ventanas de tu nariz.
  • En la inhalación puedes repetirte silenciosamente “inhalando”. En la exhalación, puedes decir “exhalando”.
  • Cuando notes que tu atención se ha alejado de tu respiración, simplemente vuelve con suavidad a ella y sus estamentos. No te preocupes si tienes que hacerlo.

¿Alguna vez has probado la meditación?

 

 

 

Fuente: www. foodmatters.com

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